“Las grandes empresas de perfumería y cosmética no facilitan datos de comercialización del aceite esencial de jara, pero su precio al por mayor sobrepasa los 300 euros/l. Tiene un valor superior al aceite esencial de otras PAM, como la lavanda”.
(Carlos Pérez Izquierdo, investigador de Indehesa)
Antecedentes histócos del aprovechamiento de la jara
Históricamente, el aprovechamiento de los diversos usos y la comercialización de la jara es una práctica secular realizada por todos los pueblos del oriente mediterráneo, árabes, fenicios, egipcios, griegos y también romanos ya se aprovechaban de los beneficios de este arbusto mediterráneo.
Más actualmente, en el primer tercio del siglo XX en algunos campos extremeños la jara era recolectada y cocida en el campo, en las mismas calderas que se usaban para cocer el corcho. De esa cocción se extraía una goma pegajosa y oscura la cual era empaquetada y exportada. Posteriormente, en el último tercio de dicho siglo se ha estado empacado con empacadoras de heno y enviando las pacas a las industrias de la provincia de Huelva, y posteriormente a Francia para la extracción de las gomas y esencias del ládano en las comarcas de la Provenza Frejus, etc.
Y es que, el aceite esencial de jara, es un elemento muy demandado en la industria cosmética y de perfumería donde es empleado como fijador natural y está presente en la composición de la gran mayoría de perfumes que se venden en marcas de prestigio como Channel.
Aplicaciones actuales y potenciales
Hoy en día, el producto con mayor potencial y valor que se extrae de las especies de jara, es su aceite esencial. Como se ha mencionado , las industrias cosmética y de perfumería son sus principales demandantes. Pero las investigaciones llevadas a cabo por el miembro de Indehesa, Carlos Pérez Izquierdo, van más allá. Se tienen ya resultados con un alto grado de certeza sobre la capacidad del aceite esencial y del hidrolato (subproducto generado en la destilación del aceite esencial) como biofungicida contra patógenos como Phytophthora cinnamomi, Fusarium, etc.
Del mismo modo, el mercado del aprovechamiento múltiple de jarales comprende los carbones activos, bioplaguicidas y/o biocombustibles sólidos.
“A día de hoy, no existen investigaciones que nos permita conocer la variabilidad en el aceite esencial de jara”
Proceso productivo y Marco legal actual
Actualmente, no existe regulación específica sobre esta actividad, más allá del requerimiento de autorización para la extracción de plantas aromáticas y medicinales (PAM) de manera sostenible. A pesar de ello, el proceso productivo actual carece de un control de seguridad específico. La actividad mayoritaria en nuestro país se centra en la provincia de Huelva, y más concretamente en la comarca del Andévalo. En esta zona, el proceso productivo sigue estas fases:
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Extracción de las plantas de jara de manera manual por cuadrillas de mano de obra y de manera estacional. La temporada de cosecha de jaras se inicia en época estival (final de julio hasta finales de septiembre o principios de octubre). Las plantas suelen cortarse cuando éstas alcanzan los 3-4 años. Tras el primer corte, se espera un año, y al siguiente se vuelve a cortar, dejando otro año más de reposo y con posibilidad de un último corte (dependiendo de las características de la plantación). Posteriormente, y finalizado el ciclo, se lleva a cabo un desbroce generalizado, para renovar la plantación. Es un proceso totalmente manual y costoso (debido a las condiciones meteorológicas veraniegas) y donde normalmente se emplean como herramientas hoces o/y tijeras de podar para extraer hojas y tallos.
- Tras la cosecha, se empacan las jaras cortadas y se llevan en lotes a las fábricas. Allí son secadas y en un período menor a dos-tres días se lleva a cabo su destilación.
- La destilación suele realizarse en alambiques industriales durante aproximadamente 6-8 horas (hasta acabar muestra), proceso que genera como producto final el aceite esencial mediante decantación.
- El aceite esencial es finalmente vendido y exportado a grandes empresas cosméticas (fundamentalmente del sur de Francia).
Los principales inconvenientes del aprovechamiento múltiple de jaras radican, básicamente, en el proceso productivo: no existe una legislación actual que regule este aprovechamiento ni certifique un control seguro de esta actividad, del mismo modo que la extracción y cosecha de jara sea un proceso completamente manual.
Objetivos de la investigación
Debido a la falta de conocimiento pero al gran potencial de esta oportunidad de innovación, existen proyectos para estudiar la variabilidad intraespecífica e interespecífica, la variabilidad cuantitativa y cualitativa en los rendimientos del aceite esencial de jara en dependencia del tipo de suleo, del estado fenológico, o en determinadas circunstancias (bajo riego, fertilizacion, etc).
De la misma manera, el aprovechamiento múltiple de los jarales incluye además la prestación de servicios ambientales como la reducción de riesgo de incedios forestales.
Beneficiarios
La amplísima superficie aprovechable puede ser explotada en iniciativas locales de ayuntamientos o propietarios privados con el beneficio añadido de la prevención de incendios y una oferta casi ilimitada. Existe en la comarca de Los Pedroches (Córdoba) un proyecto de referencia solicitado en el programa H2020 que incluye la creación de una planta industrial piloto.
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