“ Para conseguir un paisaje resiliente ante grandes incendios forestales, se necesita dinamizar el medio rural, de manera que fije las personas en el territorio. Un paisaje en mosaico agroforestal, vivo, con actividades vinculadas a un sector primario altamente arraigado al territorio, es un paisaje más resiliente a los grandes incendios forestales, al cambio climático y también a la pérdida de biodiversidad ”
(Mónica Parrilla, responsable de incendios en Greenpeace España)
Greenpeace abre este año 2020 una línea de trabajo específico para demandar el fortalecimiento del mundo rural como vía fundamental para enfrentar los impactos presentes y futuros de la crisis climática.
Este informe, desde la perspectiva del riesgo de incendios debido el abandono rural, es una primera pieza informativa de toda una serie con la que analizaremos vulnerabilidad y oportunidades desde distintos ámbitos, tranzando la hoja de ruta para conseguir una España rural viva y capaz de hacer frente a los enormes desafíos medioambientales de nuestro tiempo.
Entre 1970-2018 ha habido más de 628.000 incendios forestales que afectaron a más de 8 millones de hectáreas. Se trata de un problema social que, en los últimos años, se ha convertido en un problema de seguridad nacional.
El fenómeno de la despoblación del mundo rural y de la pérdida de actividad aumenta el riesgo de propagación de incendios forestales, incrementando al mismo tiempo la vulnerabilidad de la población, más envejecida y masculinizada y en la que las mujeres son las que menos oportunidades tienen.
Para prevenir y minimizar el impacto de las llamas es fundamental la gestión de nuestro paisaje, recuperar el paisaje en mosaico agroforestal tradicional de forma sostenible, mejor adaptado, con menos carga de combustible, así como recuperar zonas degradadas y desertificadas.
Para mantener ese nuevo paisaje es vital la dinamización y reactivación de la economía rural que contribuya a generar estos territorios resilientes ante incendios de alta intensidad. Hay que promover la gestión forestal preventiva y recuperar aquellas actividades que previenen su propagación y que, además, son esenciales para la sociedad.
Cuidar los pueblos es cuidar nuestros montes. Cuidar de los pueblos es cuidar de las ciudades. Una oportunidad ante los abundantes retos que afronta la sociedad en la actualidad, que no son pocos.
(Extracto de Incendios forestales: proteger los pueblos ante la emergencia climática. Mónica Parrilla. Greenpeace España).
“ España es el segundo país con más superficie forestal de la UE y, sin embargo, hay dos terceras partes en riesgo de desertificación. Esto no son mensajes antagónicos. El abandono de tierras de cultivo y la falta de gestión de masas forestales, ha derivado en un paisaje altamente inflamable. Si ese paisaje no lo gestionamos, lo hará el fuego de manera devastadora ”
(Mónica Parrilla, responsable de incendios en Greenpeace España)
Comments are closed.